SOBRE EL ESTADO ISLÁMICO DE AL ÁNDALUS

Hay que sostener con firmeza el criterio de que historia y política deben estar separadas, que la finalidad de la primera ha de ser la verdad y que sólo a través de ella, de su condición de verdadera, puede servir a la política. En esta alta tarea todas las personas, no creyentes y creyentes de todas las religiones (los musulmanes de buena fe también, cómo no) deben estar unidos.